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¿Superalimentos?

 

En los últimos años se ha oído hablar mucho de los “superalimentos” en temas relacionados con la nutrición y la salud. Se trata de un concepto que se utiliza para atribuir a ciertos alimentos, unas propiedades que sirven para hacer frente tanto a algunas enfermedades como al proceso de envejecimiento.

En general, este término define a alimentos ricos en nutrientes, es decir, ricos en vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y fitonutrientes. Se puede decir que entre todos los grupos de alimentos, los que cumplen esta característica son las frutas y verduras.

En relación con este tema, hoy nos centraremos en los antioxidantes.
Los antioxidantes son moléculas que protegen a las células del organismo frente a los radicales libres, que son perjudiciales. Estos radicales libres, por ejemplo, provienen del alcohol y el humo del tabaco, pero también se producen en nuestro organismo de forma natural como resultado del proceso metabólico.

Si hay demasiados radicales libres en el organismo, se produce un estrés oxidativo que puede provocar lesiones celulares y esto puede dar lugar a la aparición de trastornos relacionados con la edad como cáncer, la diabetes y la cardiopatía.
Hay que tener en cuenta, no solo la cantidad de antioxidantes contenidos en un alimento, sino también la cantidad que realmente se absorbe, ya que no se aprovechará de la misma manera, es decir, su biodisponibilidad dependerá de diferentes factores: la estructura química de cada antioxidante, el estado en el que se encuentra dentro de un alimento o si esa comida está cruda o cocida, por ejemplo.
La mayoría de los antioxidantes que llegan a través de nuestra alimentación incluyen el ácido ascórbico, la vitamina E, los carotenoides y los polifenoles.

En cuanto al ácido ascórbico, también se conoce como vitamina C, y juega un papel muy importante dentro de nuestro organismo como antioxidante: protege a las proteínas, lípidos, carbohidratos y ácidos nucleicos (ADN y ARN) contra el daño oxidativo.

En cuanto a la nutrición se refiere, nosotros no podemos sintetizar vitamina C, y por eso lo tenemos que tomar a través de los alimentos.
Entre otras funciones, es necesaria para la síntesis de colágeno ( un componente de la estructura de los vasos sanguíneos y los tendones). También juega un papel importante en la síntesis de noradrenalina y carnitina (esta última es necesaria para obtener energía desde el metabolismo de los lípidos). La deficiencia severa de vitamina C produce la enfermedad denominada “escorbuto”.

Las recomendaciones diarias para esta vitamina son mucho más altas en fumadores, por ejemplo, ya que en estos casos el estrés oxidative es mucho mayor.
Se encuentra en general en frutas y verduras, pero la cantidad puede variar mucho en función de la especie y la variedad.
La vitamina C siempre es mejor tomarla a través de los alimentos, ya que junto a la vitamina llegarán otros nutrientes, fibra y microminerales.

Algunos ejemplos de superalimentos, son estos:
-Remolacha: conocida como un superalimento benficioso para el corazón. Parece ser que sus altos niveles de nitrato se transforman en óxido nitrico en nuestro organismo, y esto ayuda a reducir la presión arterial y la tendencia a la coagulación en la sangre.
-Cacao: contiene algunos compuestos llamados flabonoides y parece ser que estos ayudan a aumentar la elasticidad de los vasos sanguíneos y disminuir la presión arterial.
-Salmón: en el salmón y otros pescados azules se encuentran los ácidos grasos llamados omega-3 y se cree que son útiles para la prevención de problemas cardíacos en personas con enfermedades cardiovasculares. Además, en enfermedades como la “arthritis reumatoide”, puede ayudar a aliviar el dolor de las articulaciones.

Los investigadores que trabajan en este campo, creen que en muchos casos, al consumir juntos diferentes nutrientes, aumenta la capacidad del organismo para su absorción. Por ejemplo, el betacaroteno (otro antioxidante) presente en las espinacas y las zanahorias, se absorbe con más rapidez y facilidad si se toma junto con grasa. Una vez más, podemos comprobar que una alimentación variada nos ofrece muchos beneficios.