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Vitaminas y Minerales para hacer frente al frio.


Ya metidos en noviembre, es más habitual que se den resfriados y gripes debido a las bajas temperaturas propias del invierno. La nutrición es importante tanto para prevenir como para ayudar a mejorar los síntomas de estos resfriados. Un alimento no nos curará de un resfriado o un catarro, pero puede ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico para que las defensas de nuestro propio organismo hagan frente a una infección viral. A continuación analizaremos algunos alimentos que nos ayudarán en este terreno: -Frutas: contienen vitaminas, minerales y elementos fitoquímicos antioxidantes, tanto para ayudar a elevar las defensas como para excretar sustancias de desecho. -Verduras: además de tener un efecto similar al de las frutas, ayudan en la purificación de la sangre, ya que neutralizan la acidez metabólica que normalmente se produce en las infecciones, tanto si las tomamos en forma de ensaladas en crudo, en forma de licuados o como caldos. -Ajo: tiene un efecto similar a los antibióticos y sirve para estimular las defensas. Al hacer frente a los virus también ayuda a prevenir infecciones respiratorias que puedan resultar de la gripe. -Propóleo: es una sustancia natural producida por las abejas, adecuado para combatir ciertos tipos de virus. También se puede usar para estimular el sistema inmunológico. -Selenio: es un oligoelemento, antioxidante y estimulante de las defensas del organismo. Podemos encontrarlo en el ajo, nueces de Brasil, levadura de cerveza y en el germen de trigo. -Vitamina C: es necesario para que el sistema inmunológico pueda combatir estos virus. Las naranjas, por ejemplo, son muy adecuadas ya que también contienen ácidos orgánicos y flavonoides, mejorando el trabajo de la vitamina C. También son adecuados el kiwi, la guayaba y la grosella. -Zinc: este oligoelemento se puede utilizar para reducir la duración de la gripe y los resfriados. Lo podemos encontrar, por ejemplo, en el sésamo, frutos secos, avena y germen de trigo. Pero ¿por qué no sentimos todos el frío de la misma manera ante las bajas temperaturas? Hay diferentes razones y entre ellos, por ejemplo, está la termogénesis. Este es un proceso bioquímico y se trata de la capacidad de generar calor en el organismo. Pero no se produce de la misma manera en todas las personas. En algunos casos, de forma natural, el exceso de alimentos consumidos se quema y se libera en forma de calor. En otras ocasiones, sin embargo, en lugar de liberarlo en forma de calor, se acumula en forma de grasa. De hecho, en nuestro cuerpo tenemos dos tipos de tejido adiposo: el tejido adiposo marrón, que realiza la función de termogénesis y el tejido adiposo blanco (localizado debajo de la piel), que actúa como un aislante y como resultado, el cuerpo no necesita generar tanto calor, ya que lo que se genera se mantiene bien. La actividad física también influye en la producción de este calor metabólico, debido al trabajo de nuestros músculos. Por lo tanto, ¡ya tenemos otra razón más para recomendar la actividad física y una alimentación saludable!